Con las elecciones presidenciales de EE. UU. en el horizonte, la brecha digital se perfila como uno de los temas importantes en la agenda de los candidatos. Tanto Kamala Harris como Donald Trump han expresado su compromiso con expandir el acceso a Internet de alta velocidad, especialmente en las comunidades rurales y de bajos ingresos. Sin embargo, sus enfoques son muy diferentes, reflejando visiones contrastantes sobre el papel del gobierno en la tecnología y la infraestructura.
Kamala Harris y la continuidad de BEAD
Durante la administración de Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris ha tenido un rol activo en temas tecnológicos, incluido el acceso a banda ancha. Bajo el liderazgo de la Casa Blanca, se destinaron unos 90 mil millones de dólares para cerrar la brecha digital, con 42.500 millones asignados a BEAD (Equidad, Acceso e Implementación de Banda Ancha). Este programa busca expandir la infraestructura de Internet en zonas rurales, instalar redes Wi-Fi en viviendas de bajos ingresos y capacitar a trabajadores en el sector de telecomunicaciones.
El progreso de BEAD ha sido lento debido a las regulaciones ambientales y de accesibilidad que la administración considera esenciales, pero que los republicanos ven como un obstáculo. La Administración Nacional de Información y Telecomunicaciones (NTIA), a cargo de BEAD, defiende que el programa está en marcha y que los primeros proyectos de infraestructura comenzarán en 2025 o incluso más adelante.
Si Harris continúa en la Casa Blanca, su enfoque será acelerar la distribución de fondos y simplificar procesos para mejorar el despliegue de fibra óptica y 5G. Sin embargo, es probable que mantenga los estándares de regulación actuales, que consideran necesarios para garantizar una infraestructura inclusiva y sostenible a largo plazo.
Donald Trump y el enfoque del Proyecto 2025
Donald Trump, quien hizo promesas similares de ampliar la banda ancha en su administración, impulsó el Fondo de Oportunidad Digital Rural con 20.400 millones de dólares. Sin embargo, este fondo fue en su mayoría un cambio de nombre de un programa preexistente. En su campaña actual, Trump se ha mantenido discreto en cuanto a la banda ancha rural, dejando entrever que podría volver a un enfoque de menor inversión en grandes programas de infraestructura.
Un elemento clave en la propuesta de Trump es el Proyecto 2025, un plan que establece una estrategia agresiva para la expansión de 5G y la banda ancha inalámbrica. Este documento sugiere liberar más espectro de frecuencias para que empresas privadas aceleren el despliegue de redes, simplificar el proceso de permisos y reducir las regulaciones de construcción en terrenos federales para promover el desarrollo de infraestructura. Además, propone apoyar a proveedores de satélites como Starlink, que pueden desempeñar un papel importante en el acceso a Internet en zonas remotas.
Trump y su equipo ven en estas medidas una oportunidad para simplificar la administración y eliminar regulaciones que consideran burocráticas. Su estrategia se centraría en reducir el número de programas y consolidar los esfuerzos de infraestructura digital bajo una sola agencia para disminuir el desperdicio y mejorar la eficiencia.
Comparativa: ¿qué enfoque es mejor para reducir la brecha digital?
Los enfoques de ambos candidatos reflejan diferencias significativas. Kamala Harris se enfoca en una inversión masiva y un despliegue cuidadoso y regulado de infraestructura, lo que podría proporcionar una cobertura más sostenible a largo plazo pero con un ritmo más lento debido a las normas y requisitos estrictos. En contraste, Trump apuesta por una estrategia menos regulada y dirigida por el mercado, confiando en que la iniciativa privada, con menos restricciones, será más rápida y eficiente en ampliar el acceso a Internet.
Conclusión: La brecha digital en EE. UU. sigue siendo un reto importante y los candidatos ofrecen enfoques que dependen de prioridades ideológicas. Harris buscará consolidar los avances en infraestructura con un enfoque inclusivo y regulado, mientras que Trump probablemente impulsará una expansión acelerada del acceso inalámbrico y satelital con menos regulación. Decidir qué estrategia es la más adecuada dependerá de qué tan rápido los votantes esperan ver resultados y del papel que desean que tenga el gobierno en la tecnología y el desarrollo económico.
Para más información, visita el portal de la Administración Nacional de Información y Telecomunicaciones o consulta el Fondo de Oportunidad Digital Rural de la FCC.